Factores de riesgo de trabajos en ambientes fríos

Factores de riesgo de trabajos en ambientes fríos

Hoy queremos centrarnos en los trabajos más expuestos al frío y cómo las bajas temperaturas pueden causar efectos adversos sobre la salud de los trabajadores.
Así, algunas de las actividades más expuestas al frío podrían ser:

  • Trabajadores de la construcción y obras públicas
  • Policía, militares, bomberos y otros cuerpos de emergencia
  • Trabajadores forestales
  • Transportistas
  • Pescadores
  • Trabajadores que entran y salen de cámaras frigoríficas

Sabemos que el organismo es capaz de adaptarse al frío y al calor, mediante el proceso de aclimatación, pero éste tiene un límite y una exposición al frío que genera un enfriamiento del cuerpo, afectará a la salud, la seguridad y al bienestar del trabajador.

Principales efectos de la exposición al frío

Cuando trabajamos expuestos al frío, el cuerpo pierde temperatura y se traduce en molestias por enfriamiento, dolor localizado y puede llegar hasta la hipotermia en los casos más extremos. Y es que, una temperatura inferior a 5°C, puede tener efectos directos sobre la salud de los trabajadores expuestos.

El frío no solo causa enfriamiento, sino que puede provocar efectos tan diversos como hipersensibilidad y alergia al frío, propiciando la aparición de afecciones respiratorias (asma, bronquitis, etc.), cardiovasculares, articulares y digestivas, y un largo etcétera que culmina con la hipotermia.

Por otro lado, hay que dejar claro que la exposición al frío juega un papel clave en la aparición de trastornos musculoesqueléticos (TME). Éstos son alteraciones que afectan a músculos, huesos, articulaciones, tendones y ligamentos y que suelen relacionarse con tareas caracterizadas por realizar movimientos repetitivos, mantenimiento de posturas forzadas, manipulación de cargas pesadas, etc.

Podemos decir que las zonas del cuerpo más afectadas son la zona cervical, dorsal y lumbar; y las articulaciones de las extremidades superiores. En cuanto a las patologías más comúnmente encontramos las lumbalgias, hernias, tendinitis, tenosinovitis, etc.

La relación entre exposición al frío y la aparición de los TME está ligada a la anemia parcial de los músculos y tendones generada por la vasoconstricción periférica. Por cada grado de temperatura muscular perdido, la fuerza muscular disminuye entre un 2% (fuerza de contracción muscular isométrica) y un 4% (fuerza de contracción dinámica).

Selección de EPI contra el frío

El vestuario EPI debe proporcionar un nivel de protección adecuado, que mantenga un equilibrio térmico en el cuerpo y evite la sub-protección (trabajador expuesto al frío) y la sobreprotección (riesgo de una transpiración excesiva).

IREQ es el valor del aislamiento requerido para los EPIS, que tiene en cuenta parámetros como la temperatura de la piel, la tasa metabólica, el flujo de calor por evaporación en la piel, entre otros. La norma EN ISO 11079:2007 proporciona un método para la determinación e interpretación del estrés debido al frío empleando el IREQ. 

Por su parte, el Icl. es el valor del aislamiento más común indicado para un conjunto de ropa es su valor de aislamiento térmico básico o intrínseco. 

Las normas que establecen los requisitos de las prendas de protección contra el frío son EN 140858:2017  y EN 342:2017. En la siguiente tabla se muestra una comparación entre las prestaciones de ambos tipos de prendas.

Norma

EN 14058:2017

EN 342:2017

Protección destinada a:

Temperaturas de entre 10 y -5ºC

Temperaturas de entre -5 y -50ºC

Resistencia térmica 

Rct , m2K/W

Clase 1    0,06≤Rct<0,12

Si Ret > 55

Rct ≥ 0,15

Clase 2    0,12≤Rct<0,18

Clase 3    0,18≤Rct<0,25

Clase 4    0,25≤Rct

Aislamiento térmico efectivo resultante

Icler , m2K/W

Si Rct ≥ 0,25

0,265>Icler ≥0,174

Icler ≤ 0,265

Permeabilidad al aire

AP, mm/s

Clase 1   100 >AP

Clase 1   100 >AP

Clase 2   5<AP≤100

Clase 2   5<AP≤100

Clase 3 AP≤5

Clase 3 AP≤5

Resistencia a la penetración al agua (opcional)

WP, Pa

8000 ≤ WP

8000 ≤ WP

Resistencia al vapor de agua

Ret , m2K/W

Ret ≤ 55

Ret ≤ 55

Para seleccionar el vestuario EPI, debemos tener en cuenta la utilización de un conjunto de prendas, ya que las distintas capas de protección proporcionan mejor protección que una única prenda debido al aire que hay entre las capas.

Además, hay que tener en cuenta que la prenda interna debe permitir retirar la humedad, manteniendo la piel seca y el resto de prendas permitir abrirse o retirarse para evitar la sudoración. Así, es aconsejable que las chaquetas tengan elementos de cierre y abertura en cintura, cuello y puños para ayudar a controlar la cantidad de calor retenido.

Protégete del frío con nuestra ropa de trabajo

Protégete del frío con nuestra ropa de trabajo

En esta época del año se hace más necesario que nunca disponer en el trabajo de ropa adecuada que proteja del frío, proporcionando confort y seguridad, sobre todo para los trabajos que se realizan al aire libre.

Y es que, las actividades laborales que implican realizar tareas en condiciones de frío e intemperie, suponen un riesgo para la seguridad y salud del trabajador, por lo que precisan ropa y calzado específicos. Hablamos de sectores como la construcción, el agrícola y pesquero, trabajos forestales o en altura.

Los principales problemas para la salud de trabajar en un ambiente con frío son los trastornos musculoesqueléticos, respiratorios, cardiovasculares y, en casos extremos, hipotermia o congelación de zonas.

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo considera en sus guías técnicas de evaluación de riesgos que la falta de confort térmico se produce a partir de temperaturas inferiores a 15 °C y por debajo de 5ºC se considera riesgo cierto e inmediato.

En Tocarama encontrarás una gran variedad de EPI de vestuario laboral para combatir el frío. Y es que, la ropa y calzado adecuados es una parte esencial a la hora de prevenir los riesgos laborales en condiciones de bajas temperaturas. Estas prendas deben ofrecer aislamiento térmico y protección contra la humedad, permitiendo al mismo tiempo la transpiración y la libertad de movimientos del trabajador.

  • Camisetas polares: permiten mantener el calor corporal y evacuar el sudor hacia el exterior, evitando la formación de humedad.
  • Chaquetas y cazadoras: son ideales para proteger del frío, viento y lluvia ligera, ya que mantienen el calor corporal y permiten la transpiración. Además, al ser ligeras, y en función del frío que haga, puede utilizarse solas como última capa de protección o como parte intermedia del sistema de capas debajo de una cazadora.
  • Los forros polares y sudaderas: también son capas intermedias adecuadas cuando el frío no es muy intenso.
  • Parkas e impermeables: cuando hace mucho viento, la sensación de frío aumenta y el enfriamiento del cuerpo se acelera. Esta prenda es ideal porque ofrece protección contra el viento y lo mantiene seco en días lluviosos.
  • Pantalones: los pantalones de trabajo para el frío mantienen el diseño y la comodidad de los diseños multibolsillos pero ofrecen una protección térmica adicional con acolchados y forros interiores cálidos.
  • Botas de seguridad Goretex: el calzado que incorpora esta tecnología es impermeable y mantiene el calor, permitiendo que el pie respire sin provocar un exceso de transpiración. Y, por otro lado, las suelas cuentan con un diseño con relieve que ofrece un gran agarre para evitar caídas por resbalones en el caso de lluvia o suelo con hielo.
  • Protección de cabeza, cuello y manos: en esta época del año, es fundamental disponer también de guantes, gorros y bragas que mantengan el calor corporal y pueda prevenir posibles lesiones cutáneas.

Consejos para protegerse del frío

Tener una buena organización para reducir la exposición a bajas temperaturas, con atención a la previsión del tiempo, haciendo descansos periódicos en lugares resguardados y evitando los cambios bruscos de temperatura.

  • Alimentarse de forma adecuada, aumentando la ingesta calórica con comidas calientes y nutritivas de alta densidad calórica. Mantenerse hidratado también es importante en invierno, ya que con el frío aumenta la pérdida de líquidos, evitando bebidas alcohólicas y con cafeína que producen el efecto contrario.
  • Evitar permanecer quietos mucho tiempo, ya que el movimiento y la actividad muscular es una forma de generar calor de forma interna.
  • Respirar siempre por la nariz, ya que el aire se calienta al pasar por las fosas
    nasales y evitamos que llegue frío a los pulmones.
  • Sustituir las prendas mojadas o húmedas para estar siempre secos y evitar así enfriamientos.

Sistema de protección contra caídas

Sistema de protección contra caídas

Hoy queremos hablarte de los EPI que conforman un sistema de protección contra caídas de altura, y te explicaremos cuáles son los componentes fundamentales de estos sistemas, para que tengas una visión general acerca de la complejidad que supone la selección y uso de este tipo de equipos.

Podemos decir que un sistema de protección anticaídas está integrado por tres elementos básicos de protección. Estos elementos, por sí solos, no pueden ofrecer la protección necesaria contra una caída de altura, pero bien seleccionados y ensamblados supondrán la diferencia entre un trabajo seguro y un accidente.

Para prevenir los riesgos derivados de una caída, hay que diseñar e instalar un sistema anticaídas que conste de estos tres elementos:

  • Dispositivo de anclaje
  • Elementos de conexión
  • Elemento de prensión del cuerpo (arnés anticaídas)

Tipos de dispositivos de anclaje

El dispositivo de anclaje es el primer elemento de todo el sistema que hay que tener en cuenta. Deberá ser lo suficientemente seguro y estable como para soportar las fuerzas que se generen de una caída.

En el caso de que esté sujeto a su vez a un elemento estructural, tiene que ser lo suficientemente resistente como para soportar las tensiones que experimentará cuando le sean transmitidas las fuerzas derivadas de la caída de una persona.

Por ello, es fundamental que el diseño e instalación del punto de anclaje lo haga un profesional cualificado, que asegure que la estructura sobre la que se instala el punto de anclaje, y el propio punto de anclaje, sean capaces de soportar las fuerzas de las cargas máximas.

La norma europea que se aplica a los dispositivos de anclaje es la EN 795:2012 y describe cinco tipos de dispositivos de anclaje:

  • Dispositivo de anclaje tipo A: Dispositivo de anclaje con la necesidad de anclaje estructural o elemento de fijación a la estructura.
  • Dispositivo de anclaje tipo B: dispositivo de anclaje sin necesidad de un anclaje estructural o elemento de fijación a la estructura.
  • Dispositivos de anclaje tipo C: Líneas de anclaje flexibles horizontales.
  • Dispositivos de anclaje tipo D: dispositivo de anclaje que emplea una línea de anclaje rígida.
  • Dispositivos de anclaje tipo E: Anclajes de peso muerto para uso en superficies horizontales.

Sólo los dispositivos tipo B y tipo E están cubiertos por el Reglamento (UE) 2016/425 y considerados EPI de categoría III.

Aspectos a tener en cuenta en el diseño de sistemas anticaídas

Reducción del factor de caída: que es la relación entre la altura de la caída y la longitud de la cuerda que hay entre el punto de anclaje y el usuario. Cuanto mayor sea, mayor será la fuerza que soportará el usuario cuando se detenga la caída, ya que habrá un tiempo mayor de caída libre. Por ello, hay que disminuir todo lo que sea posible la altura de caída libre, colocando el elemento de anclaje tan por encima del punto de anclaje del arnés del usuario como sea posible.

Evitar el efecto péndulo en la caída: a través de la limitación de la longitud del subsistema de conexión o la ubicación del punto de anclaje, con lo que evitaremos que el usuario se encuentre en una posición desde la que la distancia de caída hasta el suelo, u otro obstáculo, excede la longitud del elemento de amarre.

La distancia libre disponible: es la distancia de caída libre hasta el suelo, o el obstáculo más inmediato contra el que el usuario impacta en caso de caída. Deberá ser suficiente como para evitar el coche del usuario, teniendo en cuenta la elongación de los componentes del sistema tales como flecha de una posible línea de anclaje, elongación máxima de un absorbedor de energía, distancia de frenado de un dispositivo anticaídas, etc.

Sin duda, el diseño, instalación y uso de un sistema anticaídas no es nada sencillo y requiere la realización de una serie de cálculos y la toma en consideración de otros factores que, en caso de ser obviados, pueden desembocar en las más funestas consecuencias.

Por otro lado, es esencial realizar un correcto mantenimiento de los elementos del sistema (según instrucciones del fabricante) así como la debida formación que deben recibir todos los usuarios de estos sistemas.

Qué información y documentación es necesaria en los EPI

Qué información y documentación es necesaria en los EPI

Para asegurarnos de que el EPI que compramos cumple con la ley y es seguro, debemos revisar la información y documentación que facilita el fabricante, donde nos informa acerca de los ensayos a los que ha sometido el producto, certificaciones y otros aspectos que detallaremos en este post.

Así, los aspectos en los que podemos fijarnos para evaluar el grado de cumplimiento del EPI a la hora de seleccionar un equipo son:

Certificaciones

Todos los EPI de categoría II y categoría III deben someterse a un proceso de evaluación de la conformidad por parte de un organismo notificado, aunque el fabricante no tiene la obligación de presentar esta evaluación.

Marcado CE

Desde principios de año, no se admite la comercialización de EPI sin marcado CE en España, que sí se autorizó de forma temporal y excepcional durante la pandemia. Este marcado es obligatorio sobre todos los EPI que se comercialicen en la UE. Además, los EPI de categoría III llevarán junto a este marcado, el número identificativo del organismo notificado responsable de la evaluación según los módulos C2 o D.

Identificación de los agentes económicos

El Reglamento (UE) 2016/425 obliga a que se identifique al fabricante o al importador con su nombre o marca comercial y dirección postal de contacto. Es importante comprobar la trazabilidad del fabricante e importador en el marcado y en los documentos que acompañan al EPI: folleto, declaración de conformidad, y (si puede accederse a ello) certificado UE de Tipo.

Identificación del modelo

El fabricante debe identificar el EPI con un número de tipo, lote o serie, o cualquier otro elemento que permita la identificación del EPI. Esta identificación se hará sobre el mismo equipo salvo que por cuestiones de espacio, o propia naturaleza del EPI deba hacerse sobre el embalaje o en un documento que lo acompañe. Además, debe haber correlación entre esta identificación y la que se dé del EPI en el resto de los documentos asociados al EPI.

Declaración UE de conformidad

Los EPI conformes al Reglamento (UE) 2016/425 se entregarán con la declaración UE de conformidad o indicará en el folleto informativo la dirección donde pueda consultarse. Su contenido mínimo deberá ajustarse a lo establecido en el anexo IX del Reglamento (UE) 2016/425.

Folleto informativo

Este es el documento más importante que debe entregarse de forma obligatoria junto con el EPI. Contiene la información esencial sobre las prestaciones técnicas, el modo correcto de uso, las limitaciones de uso y todo lo necesario para que la selección del EPI y su utilización sea correcta. Debe entregarse en formato escrito y en el idioma del país en el que se comercializa.

Marcados conformes a normativa

Las normas que se utilizan para cumplir con los requisitos del Reglamento EPI definen qué tipo de información relativa a las prestaciones técnicas del EPI correspondiente, así como el tipo de pictogramas que deben de usarse, contenido mínimo del folleto informativo, etc.

Tienes que tener en cuenta que la utilización de EPI que no sean conformes al Reglamento (UE) 2016/425, tendrá un impacto directo en la salud y en la seguridad de las personas que vayan a hacer uso de estos equipos. Por ello, en el proceso de selección y uso de EPI, es muy importante la utilización de aquellos que sean seguros, para garantizar una protección sólida y contrastada frente a los riesgos previstos por el fabricante.

En Tocarma encontrarás los EPI que necesites para desempeñar correctamente tu trabajo, estamos especializados en el sector forestal y medioambiental. Llámanos si tienes alguna duda o necesitas que te asesoremos sobre algún producto.

Parka de alta visibilidad Contrast Plus S464

Parka de alta visibilidad Contrast Plus S464

La ropa de alta visibilidad es un equipo de protección individual imprescindible para trabajos donde ser vistos es vital, como trabajos que impliquen estar cerca del tráfico de vehículos o de maquinaria en movimiento, así como en situaciones de emergencia.

Las prendas de alta visibilidad están fabricadas en dos materiales distintos, que a su vez pueden encontrarse combinados. Estos materiales son:

  • Fluorescente: estos materiales son perfectos para aumentar la visibilidad durante el día. La tipología del material fluorescente hace que los rayos UV reboten y los transforman en luz visible.
  • Retrorreflectante: el material ideal para trabajos o emergencias nocturnas o en ambientes de baja iluminación. La categorización de los materiales retrorreflectantes se establece según el grado de exigencia de retrorreflexión del propio material.
  • Combinado: cuando el equipo de protección individual debe poder proteger tanto en condiciones de baja o alta luminosidad la opción del material combinado se convierte en la ideal.

Normativas sobre la ropa alta visibilidad

La ropa de alta visibilidad debe adaptarse a la normativa europea UNE EN 471: 2004. Ésta se encuentra en la categoría “Ropa de señalización de alta visibilidad para uso profesional. Métodos de ensayo y requisito”. Según esta normativa y la directiva de la Unión Europea 89/686/CEE los equipos de protección individual se encuentran divididos en tres categorías:

  • Categoría I: en esta categoría se encuentran las prendas y equipos contra riesgos mínimos.
  • Categoría II: las prendas de esta categoría se basan en proteger contra riesgos medios o elevados, pero no riesgos mortales o irreversibles.
  • Categoría III: esta es la categorización de máxima seguridad, protegiendo contra riesgos mortales e irreversibles.

La ropa alta visibilidad se encuentra en la Categoría II y cada una de las prendas deben haber sido certificadas según la normativa vigente por un organismo acreditado.

En Tocarama podrás encontrar una amplia variedad de ropa de alta visibilidad, como la Parka Contrast Plus S464. Esta prenda cuenta con un forro lanoso desmontable con cremallera, cuello desmontable, capucha ocultable, bolsillo de seguridad y cremallera frontal. Todas las costuras están cubiertas con cinta.

Esta parka de alta visibilidad cumple estrictos requisitos de diseño y confección, para asegurar su conformidad con las últimas normas EN ISO 20471 y ANSI. Y es ideal para aquellos que no pasan por alto la moda, comodidad, protección y prestaciones.

Características de la Parka Contrast Plus S464

  • Certificado CE
  • Impermeable con las costuras encintadas evita la penetración de agua
  • Cita reflectante para mayor visibilidad
  • Las mangas desmontables y cuello y forro lanosos facilitan diferentes modos de uso
  • 8 Bolsillos para mayor capacidad
  • Bolsillo para el móvil
  • Bolsillos con cremalleras
  • Cremallera frontal de plástico moldeado de doble carro para un acceso rápido y fácil
  • Capucha desmontable para mayor practicidad
  • Extremo ajustable por cierre autoadherente para un firme ajuste

Durabilidad y limpieza del vestuario EPI

Durabilidad y limpieza del vestuario EPI

Para que un equipo de protección individual (EPI) cumpla su cometido, es decir, ofrezca una protección real, es necesario que, además de utilizar el EPI necesario para la actividad, se lleve a cabo un buen uso y mantenimiento adecuado.

Y es que, uno de los aspectos claves en el mantenimiento del vestuario de protección es la manera en la que se realiza su limpieza o los procedimientos de reimpregnación o tratamiento que deben hacerse cada cierto número de ciclos de lavado.

¿Qué dice el reglamento?

El Reglamento (UE) 2016/425 establece que los EPI deben respetar los requisitos esenciales de salud y seguridad en las condiciones de uso previsibles durante toda la vida útil del equipo.

En el proceso de envejecimiento intervienen las condiciones del entorno en el que se emplea o se almacena y el modo en el que se utiliza. No obstante, el fabricante debe proporcionar toda la información relevante sobre las condiciones normales de uso y todos los demás factores que influyen en su vida útil. De este modo, el usuario podrá saber cuándo el EPI dejará de ofrecer todas sus prestaciones.

Por lo tanto, esta información es vital para que el usuario esté seguro con su vestuario EPI y pueda planificar adecuadamente la forma en que se protegerá del riesgo derivado de su puesto de trabajo. Además de saber en qué momento deberá reemplazarlo.

Cuando la limpieza del vestuario de protección provoca un deterioro rápido y significativo del rendimiento del EPI, deberá reflejarse en el marcado y/o en las instrucciones de uso, junto con el número máximo de ciclos de limpieza que pueden realizarse.

En la norma EN ISO 13688:2013 se establecen los requisitos generales aplicables a la ropa de protección, en el que también hay que indicar el número máximo de ciclos de limpieza en el etiquetado de la prenda. Esto será así siempre y cuando en la norma específica que aplica al EPI tenga una indicación concreta al número máximo de ciclos de limpieza.

En el folleto informativo de la prenda deberá venir las instrucciones completas sobre:

  • limpieza, mantenimiento y descontaminación
  • número máximo de ciclos de lavado
  • periodicidad con la que se deberán aplicar tratamientos de reimpregnación
  • forma correcta de limpiar la prenda
  • así como cualquier información relevante

Tanto en las normas específicas (EN ISO 13688:2013), como en la EN ISO 20471:2013 (sobre prendas de alta visibilidad) o la EN ISO 11612:2015 (sobre prendas de protección contra el calor y/o las llamas), también se incluyen requisitos para evaluar el efecto que tiene el lavado de la prenda sobre las prestaciones del EPI.

Cómo se debe mantener el vestuario de protección

El Real Decreto 773/1997, establece que el uso y el mantenimiento del EPI deberá hacerse siguiendo las indicaciones del fabricante, por lo que el trabajador tendrá que llevar a cabo estos procedimientos para el mantenimiento correcto de su vestuario de protección.

En este sentido, es recomendable establecer un programa rutinario para la limpieza, secado y reparación de la ropa de protección. Éste incluirá la frecuencia de dichos procesos de lavado y verificaciones para garantizar que se realizan correctamente y la persona o empresas responsables de realizar dicho mantenimiento.

Si este mantenimiento no se hace adecuadamente, como por ejemplo hacer más ciclos de limpieza de los recomendados, se estará alterando la naturaleza en la que el equipo fue evaluado en las pruebas de laboratorio y ya no ofrecerá las garantías ni la protección con la que fue creado, poniendo en riesgo la seguridad del trabajador.

Las categorías y su nivel de supervisión

Las categorías y su nivel de supervisión

Si bien en el último post te hablábamos de los riesgos y categorías de los equipos EPI, hoy queremos hacerlo sobre otro aspecto realmente interesante para el fabricante y para el usuario de EPI, que es el nivel de control que la ley prevé para cada una de ellas.

Cada una de las categorías lleva asociado un proceso de evaluación de la conformidad distinto, y de nivel de supervisión creciente con la categoría.

Categoría I

Para los EPI de categoría I, se considera que el fabricante es el único responsable de verificar, por los medios que considere oportunos (propios o ajenos) que los equipos puestos en venta cumplan con los requisitos de salud y seguridad del Reglamento (UE) 2016/425.

Categoría II y Categoría III

Para los equipos EPI de categoría II y categoría III, que son aquellos que protegen de riesgos de un orden mayor, el fabricante tiene que someter a ensayos y verificación los requisitos de los EPI a través de un laboratorio independiente, que será establecido por un Estado Miembro de la UE.

Este laboratorio se conoce como organismo notificado y verifica si el EPI cumple con los requisitos esenciales del Reglamento EPI. En el caso de que así sea, emitirá un certificado UE de Tipo que da fe de dicho cumplimiento.

Adicionalmente a este control, los EPI de categoría III deben someterse a un control externo sobre la producción o sobre el proceso de producción.
Por otro lado, el fabricante de los EPI de categoría I o II tiene que disponer de un sistema de control de la producción (módulo A en categoría I y módulo C en categoría II), este control es interno, y no está sujeto a ninguna supervisión externa.

Para la categoría III, el fabricante tendrá la opción de elegir entre dos sistemas de evaluación del producto o de la producción supervisados por un tercero. No obstante, en ambos casos, el fabricante debe someterse a esta evaluación una vez al año mientras que el EPI esté en mercado.

En el caso de la conformidad con el tipo basada en el control interno de la producción más el control supervisado del producto a intervalos aleatorios, el fabricante se somete al ensayo aleatorio de muestras de EPI, a través de un organismo notificado, que efectuará controles del producto para verificar la homogeneidad de la producción y que los EPI producidos se ajustan al que se evaluó en el momento de la certificación UE de Tipo.

Para la conformidad del aseguramiento de la calidad del proceso de producción, el organismo notificado evaluará si el fabricante gestiona un sistema de calidad aprobado para la producción, que sea homogénea y además, se someterá también a la inspección del producto acabado y el ensayo del EPI en cuestión.

Cuando el fabricante supera estas evaluaciones, el organismo notificado emite un documento que acredita que se superan dichas evaluaciones, y permite que el fabricante coloque el número de cuatro dígitos que identifica al organismo notificado que emite el documento acreditativo.

En nuestra tienda online de EPIS puedes encontrar una gran variedad de equipos de protección para tus trabajadores. No dudes en llamarnos si necesitas que te asesoremos o aclaremos algunas dudas sobre algún producto.

Riesgos y categorías en los EPI

Riesgos y categorías en los EPI

Como sabrás, los equipos EPI tienen la función de proteger a los trabajadores de los riesgos que no han podido ser eliminados o minimizados por otras vías, preservando así la salud y seguridad.

En todo puesto de trabajo, hay que evaluar el riesgo e intentar eliminarlo o reducirlo a niveles aceptables mediante la aplicación de las medidas preventivas contempladas en la Ley 31/1995.

Cuando el riesgo persiste a niveles inaceptables, hay que recurrir a la utilización de un EPI. En este sentido, la antigua Directiva 89/686/CEE, establecía un sistema mediante el cual, los EPI que estaban destinados a proteger de riesgos que tenían consecuencias más severas sobre la salud de los trabajadores, debían ser sometidos a niveles de evaluación y supervisión más exhaustivos. Con lo cual, se establecía un vínculo entre las categorías de los EPI y los riesgos para los cuales estaban destinados a proteger.

Con el Reglamento (UE) 2016/425, se establece un vínculo claro entre una serie de tipos y niveles de riesgos y unas categorías de riesgos bajo las cuales se agrupan una serie de tipos de EPI que deberán proteger frente a dichos riesgos. Así se definen las categorías I, II y III de los EPI.

En este sentido, a mayor categoría, mayor es la magnitud del riesgo frente al que el EPI protegerá. Por ello, los EPI de categoría I están destinados a proteger frente a riesgos leves y graduales, mientras que los EPI de categoría III ofrecen protección frente a riesgos mortales o que dañan la salud del usuario de una forma rápida e irreversible.

EPI de Categoría I

Aquí agrupamos los equipos destinados a proteger frente a riesgos de efecto gradual, como:

  • Lesiones mecánicas superficiales (hematomas, pinchazos de plantas y arañazos durante la jardinería, y que no requieren atención médica).
  • Contacto con materiales de limpieza de acción débil o contacto prolongado con agua contacto con superficies calientes que no excedan de 50 °C.
  • Lesiones oculares causadas por la luz solar (salvo durante la observación del sol).
  • Condiciones atmosféricas que no sean de naturaleza extrema.

EPI de Categoría II

Esta categoría incluye los EPI que no entren dentro de la Categoría I ni de la Categoría III. En esta categoría se incluyen protecciones como la mayoría de la ropa y el calzado de protección, la protección de la cabeza, etc.

EPI de Categoría III

En esta categoría se incluyen los EPI destinados a proteger frente a riesgos de mayor magnitud, con capacidad de provocar la muerte o el daño súbito e irreversible de la salud del usuario. Los equipos recogidos en esta categoría están también muy definidos por la ley y son los siguientes:

  • Sustancias y mezclas peligrosas para la salud (sustancias carcinogénicas, mutagénicas, tóxicas para la reproducción, tóxicas, irritantes o sensibilizantes).
  • Atmósferas con falta de oxígeno.
  • Agentes biológicos nocivos.
  • Radiaciones ionizantes.
  • Ambientes con altas temperaturas cuyos efectos sean comparables a los de una temperatura del aire de al menos 100 °C.
  • Ambientes con bajas temperaturas cuyos efectos sean comparables a los de una temperatura del aire de -50 °C o menos.
  • Caídas de altura.
  • Descargas eléctricas y trabajos en tensión.
  • Ahogamiento.
  • Cortes por sierras de cadena accionadas a mano.
  • Chorros de alta presión.
  • Heridas de bala o arma blanca.
  • Ruidos nocivos.

Calzado deportivo de seguridad para el verano

Calzado deportivo de seguridad para el verano

Seguramente ya habrás notado en los pies las temperaturas extremas y sus consecuencias, como la sudoración y la humedad durante las jornadas de más calor. Y es que, el pie soporta todo el peso del cuerpo durante gran parte de la jornada laboral de aquellos trabajadores que lo hacen erguido, y cualquier lesión o molestia puede suponer un problema considerable, tanto para la salud y seguridad del trabajador, como para su capacidad de desempeñar su labor profesional.

Tomando de referencia los datos del Ministerio de Trabajo, los accidentes profesionales en jornada laboral que provocan una lesión en las extremidades inferiores representan aproximadamente el 29% del total de accidentes con baja laboral.

De ellos, el 52,2% sufrieron lesiones en el tobillo, el pie o los dedos del pie, zonas del cuerpo que son susceptibles de ser protegidas de diversas formas por el calzado de uso profesional, y principalmente por el calzado de seguridad (EN ISO 20345:2011), calzado de protección (EN ISO 20346:2014) o el calzado de trabajo (EN ISO 20347:2012), según corresponda.

Elige correctamente el tipo de EPI

Cuando escogemos un calzado laboral de seguridad, es importante que se adapte a las condiciones de la tarea y del trabajador. Ya que, a veces, el uso del calzado provoca mucha incomodidad durante la jornada y puede optar por utilizar otro tipo de calzado más cómodo pero que no le proporcione el nivel de protección adecuado. En estos momentos es donde el trabajador puede sufrir un accidente.

Por otro lado, otro aspecto que suele jugar en contra es la elección por precio. El sector del calzado de uso profesional tiende a orientar su elección muchas veces por el precio. Así, es habitual encontrarse de forma mayoritaria el típico calzado barato, incómodo, y que, en el mejor de los casos, cumple con la normativa, pero que es tan insufrible que el usuario acaba por no usarlo, poniéndose unas cómodas deportivas y quedando expuesto al riesgo.

Durante el verano, hay muchos trabajadores que se exponen a condiciones de temperatura y humedad elevadas, como trabajadores del comercio, reparación y mantenimiento, hostelería, transporte y almacenamiento, educación o sanidad, entre otros. Por ello, estos trabajadores del sector servicios, pueden optar por zapatos deportivos de seguridad de la marca J’Hayber, que podrás encontrar en la tienda online de Tocarama.

Características del calzado deportivo de seguridad J’Hayber

  • Zapato de seguridad deportivo, ligero y flexible
  • Puntera de composite, resistente a 200 julios
  • Plantilla antiperforación no metálica JHAYFLEX
  • Calzado 100 % METAL FREE
  • Horma ancha especial
  • Empeine protegido mediante lengüeta acolchada
  • Excelentes propiedades antideslizantes
  • Suela de caucho+EVA resistente a 300º C.

En muchas de estas labores, los riesgos van más allá de la mera caída de objetos sobre el pie, como las caídas al mismo nivel por un resbalón.

Debemos tener en cuenta que, siempre que se presente un riesgo que no pueda ser eliminado por cualquier de las vías que contempla la Ley 31/1995 sobre prevención de riesgos laborales, deberá utilizarse un EPI, y este deberá ser conforme a las disposiciones del Reglamento (UE) 2016/425, no siendo de recibo la utilización de otro tipo de calzado que no sea EPI, por muchas propiedades que pueda declarar.

Recordemos que un calzado que sea lo suficientemente ergonómico como para que un trabajador pueda llevarlo durante toda su jornada laboral, ofrecerá la protección prevista por el fabricante durante todo el tiempo que dure la exposición del trabajador al riesgo frente al que adecúa el EPI.

Cómo elegir los casos de protección

Cómo elegir los casos de protección

Hoy encontrarás en el blog de Tocarama, tu fabricante y distribuidor de EPI, pautas para ayudarte en la elección y el uso de los cascos de protección. Para ello, nos basaremos en aspectos claves como la identificación del riesgo, la adaptación a las necesidades de protección de la tarea, las condiciones en las que se desarrolla y las condiciones en las que se usará el casco de protección.

Identificación del riesgo

Como sabrás, los EPI protegen frente a riesgos que no han sido eliminados o reducidos por otras vías. Así, el primer paso en el proceso de selección del casco de protección es identificar y cuantificar el riesgo frente al que nos debemos proteger.

Los riesgos más frecuentes son: caída de objetos, choques contra objetos inmóviles, aplastamiento lateral, contactos eléctricos, calor, llamas, etc.

Elegir un casco adecuado para la tarea y el trabajador

Como los EPI deben llevarse durante muchas horas y a veces en condiciones muy fatigosas, es necesario que ofrezcan confort al trabajador y que no limiten su percepción sensorial (reducción de la visibilidad, reducción del tacto o destreza, etc.)

Por ello, si hacemos una mala elección del EPI, el trabajador no lo utilizará, o al menos no todo el tiempo que debería.

El objetivo es que el casco se utilice durante todo el tiempo que dure la exposición al riesgo, por ello, en la selección del EPI deberemos tener en cuenta los siguientes factores:

  • Ritmos de trabajo: los ritmos de trabajo elevados pueden suponer un incremento de la temperatura corporal, y como mínimo, generar un disconfort térmico. Por lo que deberemos optar, si es compatible con otros riesgos, por cascos con orificios de ventilación, o cascos más ligeros.
  • Condiciones de humedad y temperatura: en condiciones de temperatura y humedad relativa elevadas, también pueden incrementar el disconfort térmico. Aquí también deberemos optar por cascos ligeros y que permitan la ventilación (dentro de las compatibilidades de protección requerida), para mejorar el confort del usuario, y propiciar que el EPI sea usado durante todo el tiempo.

Por otro lado, hay que prestar atención a algunos materiales, ya que pueden ofrecer peores prestaciones mecánicas a temperaturas extremas.

  • Combinación con otros EPI: es muy habitual el uso de otros tipos de EPI en una determinada tarea, como protección auditiva, respiratoria y/o ocular. Por ello, debemos asegurarnos de que un EPI no interfiera sobre el otro, sobretodo en las protecciones que dependen del ajuste entre el equipo y la fisionomía del usuario, como es el caso de la protección auditiva y respiratoria.
  • Requerimientos de visibilidad y comunicación: otro aspecto fundamental es la compatibilidad entre el EPI y la comunicación.

En cuanto al trabajador, que es quien lo llevará durante toda la exposición al riesgo, es importante que se ajuste correctamente para ejercer la función protectora, y que, durante el uso, la salud del usuario no se vea comprometida. Para ello tendremos en cuenta:

  • Condiciones anatómicas, prestando atención a la talla y el diseño para que se ajusten perfectamente a la cabeza del usuario y permanezca en su posición durante toda la tarea.
  • Condiciones fisiológicas, ya que el trabajador puede tener sensibilidad o alergia a determinadas sustancias o tener unas condiciones anatómicas particulares que deben ser tenidas en cuenta para que el trabajador lleve el EPI durante todo el tiempo necesario.