Los ambientes con riesgo de explosión reciben la denominación ATEX, en los que es necesario el uso de ropa ignífuga (EN11612) y antiestática (EN1149-5). Estas prendas están diseñadas para proteger al trabajador del contacto con el fuego o calor, manteniéndolo a salvo de la llama directa, del fuego repentino o arco eléctrico.
Este tipo de prendas también se caracterizan por estar fabricadas con materiales flexibles que protegen el cuerpo. Uno de los requisitos es que deben ser resistentes al calor externo, manteniendo su integridad, y siempre aportando la máxima comodidad, algo que resulta primordial para que el trabajador pueda realizar su labor sin problemas.
Algo importante que debemos saber es que en función de cómo se propague el fuego, el calor puede ser de tres tipos: convectivo, que significa que el calor es transportado con aire circundante, por medio del movimiento de fluidos; conductivo, que se da cuando existe contacto directo con las superficies calientes; o puede ser también radiante, que da lugar a que la energía se transmita por la emisión de ondas electromagnéticas.
Aclarar este punto es importante, porque en función de esta clasificación, nos basamos en dos supuestos: que el calor no supera los 100ºC, entonces es aconsejable el uso de prendas ignífugas de Categoría II, o si éste superara los 100ºC, tendremos que escoger prendas de Categoría III.
Entre los tejidos más frecuentes para la fabricación de este tipo de prendas encontramos:
- Aramida: Fibra sintética recia y de gran resistencia frente al calor, lo que permite que la prenda no se derrita. Existen dos tipos de aramidas: para-aramidas (fibra kevlar) y meta-aramidas (fibra nomex).
- Modacrílica: Fibra de gran resistencia al fuego y al calor, que permite a la prenda carbonizarse antes de fundirse.
Algodón tratado: Sus fibras se someten a un tratamiento que lo modifica químicamente, ofreciendo alta protección frente al arco eléctrico, incendio repentino y altas temperaturas. - Viscosa FR: fibra viscosa que gracias a un compuesto químico consigue retardar la llama ofreciendo una alta protección ignífuga permanente, que resiste tanto al lavado como a la abrasión.
A la hora de lavar estas prendas, debemos seguir estrictamente las recomendaciones del fabricante, no utilizar detergentes que contengan peróxido de hidrógeno, para evitar que pierdan sus cualidades ignífugas. Del mismo modo, se recomienda evitar el uso de suavizantes, porque podrían actuar como combustible. Y por último, las prendas deben ser lavadas y secadas al revés y por separado, y no mezclarlas con otro tipo de prendas.