El pasado 7 de abril celebramos el Día Mundial de la Salud y queremos poner en valor el papel que juegan los equipos de protección individual (EPI) en la preservación de la salud de los trabajadores.
Los EPI nos protegen de los grandes o pequeños riesgos que podemos encontrarnos en nuestro puesto de trabajo. Disponer de un equipo de protección que cuente con todas las garantías de salud y seguridad que establece el Reglamento (UE) 2016/425 es un derecho.
Aspectos importantes a tener en cuenta antes de adquirir nuestro EPI:
- El producto cuenta con el marcado CE: éste es el símbolo que coloca el fabricante cuando el producto ha sido sometido a los procesos de evaluación de la conformidad que recogen la legislación aplicable a la comercialización de un producto.
- Contiene la Declaración UE de Conformidad: este documento lo emite el fabricante bajo su propia responsabilidad y detalla la conformidad del EPI con el Reglamento (UE) 2016/425 y el número del certificado UE de Tipo y del Organismo Notificado. Este documento debe entregarse junto con el EPI, traducido a la lengua del país donde se comercializa, o bien estar a disposición el la web del fabricante.
- Folleto informativo junto con el EPI: es obligatorio entregar un EPI debe con una serie de informaciones relacionadas con las condiciones en la que el EPI deberá ser usado, los riesgos frente a los cuales ofrecerá protección, así como el significado de los marcados que pudiese llevar el EPI, las condiciones de mantenimiento y límites de protección, en caso de que los hubiera.
Además, que un EPI se adapte a las condiciones particulares de la persona y a las características de la tarea en la que se va a utilizar el equipo, contribuirá a una mejora del bienestar del trabajador.
Por ello, si los equipos que vamos a usar son excesivamente pesados o no se adaptan correctamente a nuestra fisionomía, o no permiten una adecuada transpiración, no estaremos a gusto y será un factor estresante que no permitirá realizar la tarea adecuadamente.