La exposición prolongada a la radiación solar es ahora más perjudicial cuando nos acercamos al verano, ya que puede tener efectos nocivos para nuestros ojos.
Desde mediados del mes de mayo, es muy frecuente que los índices UV (índice que mide la intensidad ultravioleta procedente de la radiación solar) alcancen valores de entre 8 y 9; llegando fácilmente a los 11 durante el verano. Y estos índices actúan tanto en días soleados como grises, ya que cerca del 80% de la radiación UV atraviesa el manto de nubes.
Los efectos que pueden provocar las radiaciones UV procedentes de la luz del sol afectan a varias partes de nuestro organismo, como son la piel y los ojos.
Por ello, en este post que elaboramos desde Tocarama, tu fabricante y distribuidor de equipos EPI, hablamos sobre las medidas básicas de protección frente a este agente y damos algunos principios generales para la selección de los EPI que ayuden a protegernos de la exposición a la radiación UV del sol.
Cuida y protege tus ojos
En el caso de la exposición ocular a la radiación UV, podemos mencionar los efectos que van desde la fotoqueratitis y la fotoconjuntivitis (inflamación de la córnea y la conjuntiva por absorción de radiación UV, que suele desaparecer en unos días), hasta el desarrollo de cataratas corticales.
Para proteger los ojos recurrimos a las gafas de sol, que son un EPI de Categoría I, que se le aplica los requisitos de seguridad del Reglamento (UE) 2016/425. Además, también se le aplican los mismo requisitos de salud y seguridad que a cualquier otro EPI que se nos pueda ocurrir.
Todas las gafas, al tratarse de un EPI que se acoge al Reglamento (UE) 2016/425, debe llevar su correspondiente marcado CE, que garantiza que el fabricante ha llevado a cabo las pruebas y controles de seguridad necesarios para su puesta en el mercado.
Por su parte, la norma que otorga presunción de conformidad con el Reglamento EPI que describe los requisitos de seguridad de las gafas de sol para uso general es la: EN ISO 12312-1:2013, y su enmienda EN ISO 12312-1:2013/A1:2015.
Niveles de protección de las gafas
La norma EN ISO 12412-1:2013 ofrece cinco niveles de protección asociados a cinco grados de transmitancia máxima a radiación UV, radiación visible y radiación infrarroja (IR, sólo si el fabricante declara esta protección). Cada uno de estos niveles está asociado con un uso previsto de las gafas:
- Filtro categoría 0: Reducción muy limitada a la radiación solar (poca exposición solar).
- Filtro categoría 1: Protección limitada contra la radiación solar (poca exposición solar).
- Filtro categoría 2: Buena protección contra la radiación solar.
- Filtro categoría 3: Alta protección contra la radiación solar.
- Filtro categoría 4: Protección muy alta contra la radiación solar extrema (hablamos de situaciones en desiertos, alta montaña, el mar o la nieve).
En cuanto a la información que debe detallar el producto para que nos garantice que cumple con la normativa vigente y sean unas gafas seguras:
- Identificación del modelo, junto al nombre y dirección del fabricante
- Número de la norma ISO 12312-1
- Tipo de filtro, y si es fotocrómico y/o polarizado
- Número de categoría del filtro, marcado preferiblemente en la montura de la gafa
- Descripción de la categoría del filtro en forma de un símbolo y/o con descripción verbal
- Restricciones de uso
- Cuando el filtro no cumpla con los requisitos necesarios para la conducción, y para filtros de categoría 4, se avisará mediante la frase: “no adecuado para conducción y uso en carretera, o mediante el pictograma normalizado ISO 7000-2952
- Cuando el filtro tenga una transmitancia lumínica menor del 75% y mayor del 8%, se indicará: ”no apto para conducción en el crepúsculo o de noche” o “no adecuado para conducir de noche o bajo condiciones de baja visibilidad”
- Si procede, instrucciones de cuidado