La mayoría de las lesiones que se producen en las manos cuando trabajamos y pueden dar lugar a bajas laborales, vienen provocadas por abrasiones, cortes o pinchazos.
Si el riesgo no puede solucionarse por otro medio, los guantes de protección contra riesgos mecánicos son una solución eficaz frente a estos tres problemas que hemos mencionado. Por ello, en esta entrada del blog vamos a darte una visión general de lo que dice la normativa y algunas pautas para orientarte en la selección de este tipo de EPI.
Protección frente a riesgos mecánicos
La norma EN 388:2016+A1:2018 es la que establece los requisitos de protección frente a los riesgos mecánicos. Según esta normativa, un guante de protección contra riesgos mecánicos debe ofrecer protección, al menos, a uno de los siguientes riesgos:
- Riesgos de abrasión. Manejo de objetos con superficies rugosas y abrasivas, como ladrillos, bloques de hormigón, chapas, etc.
- Riesgos de corte. Protección frente al corte cuando se manipulan superficies como chapas y filos metálicos en trabajos de construcción, forja, chapistería, etc. La EN 388:2016+A1:2018 no cubre el riesgo de corte por cuchillos o sierras de cadena.
- Riesgos de perforación. Mide la resistencia del guante a la penetración por objetos punzantes como astillas, trozos de madera, hierros, etc.
- Resistencia al rasgado. Hace referencia a la resistencia del guante a rasgarse. El valor adecuado dependerá de las condiciones de la tarea.
Selección del guante
La selección de este EPI permitirá que la persona quede protegida del tipo y nivel de riesgos presentes en la tarea que debe realizar.
Para la selección de un guante de protección contra riesgos mecánicos, tendremos que prestar atención a aspectos tales como:
- Materiales de los objetos con los que se trabajará (papel, metal, madera, etc.)
- Geometría de los objetos cortantes (rebabas, filos de los objetos)
- Fuerza esperada del corte (simple contacto con el filo, cuchillo sometido a fuerza, etc.)
- Movimiento de corte, etc.
También tenemos que tener en cuenta las condiciones relacionadas con las tareas que pueden tener impacto sobre el confort que experimentará el usuario, además de las condiciones de humedad, temperatura, desteridad necesaria, etc.
Es importante que no olvidemos que el trabajador llevará el EPI durante toda la jornada, por lo que tenemos que asegurarnos de que todas las partes expuestas al riesgo estén cubiertas, seleccionando un rango de tallas y diseños que permita ajustarse a la anatomía de la persona.