La protección auditiva, ¿qué debes saber?

La protección auditiva, ¿qué debes saber?

Existen tres factores claves que determinan una correcta protección auditiva en el trabajo, como son adoptar las medidas de prevención adecuadas, realizar ejercicios de buenas prácticas y que el fabricante cumpla con los requisitos de salud y seguridad en el trabajo.

Para que conozcas todo en cuanto a las diferentes normativas y resuelvas algunas de las dudas más frecuentes sobre la protección auditiva en el trabajo, te ayudamos con este post.

Antes que nada debes saber que la Organización Mundial para la Salud sostiene que la exposición al ruido excesivo en entornos laborales es una de las principales causas de la pérdida de audición, siendo también un riesgo profesional objeto de más indemnizaciones.

Desde el 2018 se aplica el nuevo Reglamento (UE) 2016/425, que deroga la Directiva 89/686/CEE. Las dos grandes modificaciones de la normativas de equipos de protección individual que incluyen son:

  • Nueva categoría de riesgo: ahora, el nuevo Reglamento sitúa a los protectores frente a ruidos nocivos en la categoría III, mientras que antes estaban en la categoría II. De esta manera, se pone en valor los riesgos tan graves e irreversibles que puede sufrir el trabajador.
  • Control de calidad: gracias a los controles periódicos de calidad de los protectores auditivos, se podrán evaluar los niveles de protección, además de necesitar el certificado UE de Tipo (antes CE de Tipo).

Con estos cambios, en un par de meses podremos ver en el mercado los nuevos protectores auditivos, que podrán convivir con los nuevos hasta abril de 2023.

No hay que olvidar que este nuevo reglamento siempre se apoyará en unas medidas de prevención y de buenas prácticas reflejadas en el Real Decreto 286/2006. Aquí se establece que para eliminar o reducir la exposición a un ruido excesivo se debe, entre otras cosas:

  • Buscar otros métodos de trabajo que reduzcan la necesidad de exponerse al ruido.
  • Elegir los equipos de trabajo adecuados como los EPI.

Informar y formar de la manera correcta a los trabajadores para la utilización de dichos equipos. El empresario está obligado a proporcionarlos de forma gratuita las EPIs cuando sus trabajadores estén expuestos a riesgo como ruidos nocivos y los trabajadores tiene obligación de utilizarlos y cuidarlos de la manera adecuada.

Protecciones auditivas contra el ruido en el trabajo

protecciones auditivas

Son muchos los trabajadores que día a día se exponen en sus puestos de trabajo al ruido. El ruido es un agente físico que puede acarrear más problemas de salud de lo que podemos llegar a pensar en un primer momento.

El principal problema al que nos enfrentamos como consecuencia de una exposición continuada al ruido es la pérdida de audición. Y es que, lo niveles elevados de ruido provocan la destrucción de las células ciliadas del oído interno. Estas células se van destruyendo con la edad, es un fenómeno natural, pero si las exposiciones son prolongadas en nuestro día a día, el proceso puede acelerarse drásticamente. Como sucede por ejemplo en el caso de los trabajadores forestales, donde el uso de motosierras y otras máquinas hacen necesarias el uso de orejeras.

Si tomamos como referencia la normativa, el Real Decreto 286/2006 fija en los 85 dB (A) el nivel de presión sonora a partir del cual es obligatorio el uso de protectores auditivos para aquellos trabajadores que se expongan al ruido.

Para escoger las protecciones auditivas correctas en el puesto de trabajo, debemos tener en cuenta las características del trabajo que hay que realizar, su ambiente de trabajo y las características del operario, de este modo se tendrá toda la información necesaria para encontrar la protección más adecuada a cada situación.

En este sentido, por ejemplo, se debe dar las condiciones de humedad y temperatura adecuadas para elegir entre el uso de tapones auditivos u orejeras, ya que las orejeras podrían suponer una carga ergonómica adicional en situaciones donde la temperatura y humedad relativa del lugar de trabajo fuesen elevadas.

Por ello, será fundamental que se formen e informen a los trabajadores en el correcto uso de los EPI, como establece el RD 773/1997. Y es que, por ejemplo, algo tan sencillo como colocarse un simple tapón auditivo se hace mal, muy pocos trabajadores saben que deben elevar la punta de la oreja antes de introducir el tapón

La concienciación también es fundamental. Hay que insistir a los trabajadores del uso de los protectores auditivos en todo momento mientras estén expuestos al ruido.

Además, el ruido no solo provoca la pérdida de audición, sino que también incrementa los niveles de catecolaminas en sangre, provocando aumento de la frecuencia cardíaca, vasoconstricción periférica, aumento de la presión arterial, alteraciones en el tracto digestivo, alteraciones en el sistema inmunológico y un largo etcétera.